lunes, 1 de octubre de 2012

Entrenamiento en la sumision

Los hábitos y conductas se desarrollan durante todo el tiempo entre las relaciones físicas; por eso los Amos/as elaboran rápidamente un detalle de consentimientos en cuanto a costumbres y procederes de la sumisa/o. Especificándole o haciéndole ver por qué y para qué lo hace, puesto qué está manifiesto que es para el placer de ambos. Una sumisa/a que alcanza destreza en sus hábitos y costumbres exalta la sensualidad a través de su cuerpo, comportamientos, gestos, comunicación, palabras y miradas al relacionarse con los otros. Pero debe estar atenta y no convertir esas dulces palabras de entrega y sumisión hacia su Amo/a, en palabras vacías de intención y emocion. Qué dominante no ha experimentado en toda su intensidad el placer cuando la sumisa/o repite "Soy suya, mí Amo/a o mí Señor/a" El comportamiento y el lenguaje de la sumisa/o no puede aislarse de sus sentimientos y exaltaciones. Una sumisa/o ofrece las mismas sensaciones de bienestar y placer cuando se relaciona con otros, incluso fuera del ámbito del BDSM. Trata de utilizar un tono y cadencia de voz agradables, modulado, suave, intencional; sus movimientos gestuales y corporales seran finos, delicados, sutiles; su mirada clara e incitante; una sonrisa dulce y permanente. Se debe mostrar sencilla y dispuesta a complacer, evitar originar situaciones de rechazo; controlar su estado anímico mostrando equilibrio. Debe valorar el roce corporal como muestra de declarar amistad; ha de saber escuchar más que hablar... Cuidado, no quiere decir que debe ser temerosa, insulsa, ajena a su propia personalidad o carente de ella, por el contrario, debe poseer un comportamiento respetuoso, aunque tenga que oponerse a ideas, conceptos, decisiones o comportamientos que no son de su condición, educación o parecer. Un comportamiento que busca inquirir, investigar, explorar, desde el más absoluto respeto, con la única intención de ganarse bienestar, amistad y complicidad en una comunicación abierta y de confianza, es propio de una sumisa/o bien educada. Es posible porque conoce, ejercita, desarrolla y controla cada una de las cualidades inherentes a su personalidad, las positivas y las que debe aún mejorar; conoce y escucha a su cuerpo, consciente de su comportamiento, brindándole seguridad, la misma que le permite la entrega a su Dominante. La sumisa que realiza con destreza y normalidad este comportamiento, genera admiración y elogios prolongados de su Amo/a y extraños, reportándole a él más que a nadie, un profundo placer y unos altos grados de sensualidad y disposición a seguir recibiendo y a continuar ordenando en el entrenamiento hacia la sumisión. El Amo/a debe hacer una parte muy importante para que la sumisa/o pueda lograr lo que se está enseñando. No se encuentran hábitos y conductas como los descritos si esos comportamientos no los posee el Amo/a. Si para una sesión debe existir alta compenetración en los roles, en la convivencia y en la complicidad, así también debe haberla en los hábitos y conductas que tienen con otras personas, debe quedar manifiesta esa simbiosis, esa coordinación, esa construcción de comportamiento armónico, equilibrado y acompasado. A veces un gesto o una palabra serena expresa una orden, -casi imperceptible- y es suficiente para que la sumisa entienda y obedezca. Hábitos son los que haceres cotidianos, actividades que la sumisa/o hace como muestra y señal de sumisión hacia su Amo/o; un e-mail, una forma de saludar, una llamada, una manera de vestir, etc. Estos hábitos son autorizados, han sido consensuados con el Amo/a que aprueba que se hagan. Dentro de los hábitos y costumbres deseadas por el Amo/a, éste puede introducir a la sumisa/o en nuevas dinámicas que estimulan y desarrollan las formas de sumisión mental y corporal. Son las que la sumisa/o debe hacer porque es del gusto, agrado y placer del Amo/a y en beneficio de la sumisa/o: realizar ejercicios físicos; controles de salud; interés por otras maneras de capitalizar más productivamente el ocio y afines a las costumbres y hábitos de su Amo/a. Desarrollar el interés por determinadas expresiones culturales, música, lectura, teatro, retomar estudios, etc., y desarrollar un sentido distinto de la posesión de las cosas hace al crecimiento individual y de la D/s.. Una sumisa/o conocedora de su poder, se entrega a esa entrega tantas veces como le ordene su Amo/a, sin esperar una respuesta inmediata, porque sabe que será satisfecha en la misma proporción y aún más extraordinariamente a como ella se entregó; y la magia de la D/s volverá a comenzar de manera sin fin su ciclo. En los hábitos prohibidos están incluidos aquellos que el Amo/a introduce con la finalidad de romper barreras, impedimentos, prejuicios, tabúes, de carácter psicológico o moral que una sumisa/o puede poseer por pautas culturales, sociales o religiosas. Pueden ser cosas muy simples, como tomar sol con sus senos descubiertos o la utilización de palabras soeces o mal sonantes, de la dependencia al tabaquismo y/o beber alcohol en exceso en presencia de su Amo/a, etc. Hay maneras en la D/s, -siempre consensuadas- que implican exhibicionismo y emputecimiento de la sumisa/o. ¿Qué tiene que ver el exhibicionismo y el emputecimiento con los hábitos y conductas antes descritas, acaso pretenden transformar a la sumisa/o en el tipo de mujer/hombre afirmativa/o, que se señaló anteriormente? Una disciplina puntual o continuada de exhibicionismo y/o de emputecimiento en el BDSM se realiza porque Amo/a y sumisa/o así lo desean, o al menos, el Amo/a así lo detectó en ella/él. Tiene sentido para la ruptura de tabúes y limitaciones del Amo/a y de la sumisa/o: en la desposesión que adquiere la sumisa/o de su propio cuerpo; como forma de expresión sexual, buscando más el placer ajeno que el propio; en el aprendizaje de técnicas y desarrollo de otras formas de ejercer la sumisión. Si se logra el convencimiento de que cada cuerpo tiene una forma diferente de exhibirse, moverse, estimularse, sentir y actuar sexualmente, -ni mejor ni peor- simplemente distinta; y cuanto antes el Amo/a y la sumisa/o queden convencidos y satisfechos con esa forma diferente de ser, más goce van a obtener sistemáticamente. En el BDSM una forma muy acertada, -si ambos así lo fantasean y desean- es mediante el intercambio o sesiones conjuntas con otros Amos/as y sumisas/os , en un ambiente seguro, sano y consensuado

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